Bolsas en máximos: cómo conjurar el riesgo de mal de altura sin perderse las subidas | Mercados Financieros – Technologist
Con el eco aún del dato de inflación en Estados Unidos de enero en el 3,1% -peor de lo previsto por el mercado- tanto los índices S&P 500 como el tecnológico Nasdaq se pasean por sus niveles máximos históricos, al filo de los 5.000 puntos y de los 15.900, respectivamente. En Europa, el EuroStoxx 50 y los indicadores de Alemania y Francia conocen niveles nunca vistos, con Londres muy cerquita, y el medidor mundial, el MSCI World, camina sobre terreno no transitado. Como colofón, el índicador de volatilidad VIX se sitúa en nivel de 14, lo que indica una falta de temor en el mercado pese a estos hitos en las acciones.
Las preguntas asaltan a los inversores: ¿Son estos niveles máximos un buen momento para entrar en Bolsa? ¿Ha llegado la hora de recoger beneficios? ¿Resultaría interesante apostar por estrategias bajistas ante un recorte de las cotizaciones? La esperada caída de los tipos de interés, la marcha de la economía (recesión o aterrizaje suave), y la evolución de los beneficios empresariales deberán contestar estas cuestiones para saber si estamos en unos mercados caros o que aún ofrecen potencial de más ganancias. “El mercado ha creado rápidamente expectativas de que la inflación caerá, que evitaremos una recesión y que la Reserva Federal bajará los tipos pronto, y basta con que unas pocas variables decepcionen para que se materialice una corrección del mercado, y el hecho de que sea un año de elecciones en EEUU añade cierto grado de incertidumbre”, explican Mario González y Álvaro Fernández, directores de desarrollo de negocio de Capital Group para Iberia
Existen algunos elementos propios del mercado bursátil que podrían alargar esta euforia. Muchos gestores optaron en 2023 por refugiarse en el mercado monetario, convencidos de una inminente recesión en Estados Unidos que nunca llegó y, por tanto, tienen ganas de rectificar el error cometido. Esa abundante liquidez deberá aflorar. Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, comenta que “cabe preguntarse a dónde irán a parar estos activos a medida que los rendimientos de las referencias monetarias pierdan atractivo. Nuestra tesis es que la renta variable saldrá beneficiada”, concluye. También la propia subida de 2023 en Wall Street se concentró en los llamados “Siete Magníficos” de la tecnología, ignorando a las empresas de capitalización más modesta que ahora pueden dar continuidad a la subida.
Andrew Paisley, director de small caps de Abrdn, aconseja a los inversores que en estos mercados en máximos “deberían mirar más abajo en la escala de capitalización”. Y Mark Sherlock, responsable de renta variable estadounidense de Federated Hermes Limited, indica que las valoraciones de las compañías de pequeña y mediana capitalización “son mucho más razonables y cotizan con un descuento del 30% con respecto a sus homólogas de mayor capitalización (históricamente cotizaban con una prima del 10%)”, explica. También Michele Morganti, estratega senior de renta variable en Generali AM, recomienda valores más pequeños tanto de Europa como de EEUU para aquellos inversores con mal de altura por la marcha de los índices.
A los gestores y analistas les gusta acudir a situaciones similares del pasado para asentar sus previsiones. Jaime Raga, responsable de relaciones con los clientes de UBS AM, indica que la rentabilidad del 15,8% del índice MSCI World durante los tres meses que finalizaron en enero pasado, solo se ha visto superada por “la burbuja de las puntocom, el final de los mercados bajistas inducidos por la recesión y el exitoso avance de las vacunas que permitió el inicio de la vuelta a la normalidad tras la pandemia del Covid-19″. Y añade: “creemos que ha llegado el momento de hacer una pausa en lo que ha sido un repunte históricamente fuerte de la renta variable”.
El llamado índice del miedo, VIX, se encuentra en niveles muy bajos: el inversor apuesta por la subida
Una visión contraria ofrece Duncan Lamont, responsable de análisis estratégico de Schroders, con un estudio sobre los periodos de máximos de la Bolsa estadounidense desde 1926. “De los 1.176 meses transcurridos desde enero de 1926, el mercado alcanzó máximos históricos en 354 de ellos, el 30% de las veces. Y, de media, la rentabilidad en los 12 meses siguientes a un máximo histórico ha sido mejor que en otros momentos: un 10,3% por encima de la inflación, frente a un 8,6% cuando el mercado no estaba en máximos”, explica. Y añade: “puede haber razones válidas para no decantarse por las acciones, pero que el mercado esté en máximos históricos no debería ser una de ellas”, concluye.
Con una perspectiva mucho más cercana en el tiempo, Virginia Pérez, directora de inversiones de Tressis, destaca la subida del 22% del S&P 500 desde los mínimos del pasado octubre o del 14% para el Stoxx600. “Ahora es el momento de esperar o de tomar posiciones muy selectivas. Las disparidades de comportamiento entre Bolsas, sectores y tamaños de empresas crean oportunidades de inversión a largo plazo”. Esta experta, se muestra cautelosa con el mercado respecto a un posible desplome de las cotizaciones, ante los buenos datos económicos y la consolidación de los precios en general en este inicio de 2024, salvo en las eufóricas tecnológicas. “En lugar de tomar una posición bajista agresiva, preferimos realizar una toma de beneficios prudente”, concluye.
Elegir Bolsa
El vértigo de los máximos alcanzados en la renta variable ofrece diferentes grados, según el mercado. Los analistas coinciden en que las Bolsas estadounidenses están más caras que las europeas, pero eso tampoco simplifica la elección: hay división de opiniones. Desde la gestora Janus Henderson consideran que los mercados europeos de renta variable “siguen presentando una valoración atractiva en relación con el estadounidense, lo que supone una oportunidad única para los inversores”. Y los analistas de Goldman Sachs destacan que la valoración de Europa ha subido en los últimos meses a un PER (veces que el precio contiene el beneficio por acción) de 13 veces, “aunque sigue con un fuerte descuento respecto de EEUU” y esperan subidas en torno al 9% en un horizonte de un año.
Aunque la gestora Edmond de Rothschild se mantiene neutral respecto a la inversión en renta variable, su responsable de inversiones, Benjamin Melman, ha reforzado este mismo mes su apuesta por el Viejo Continente: “no sólo los inversores son demasiado pesimistas con respecto a Europa, sino que la renta variable europea saldría ganando si se produjera una recuperación global sorprendente y, en segundo lugar, la resistencia de la economía estadounidense puede plantear un problema a la Reserva Federal sobre cuándo y cuánto recortar los tipos, pero el BCE tiene libertad para actuar, ya que la economía se ha estabilizado”, explica. Michel Morganti refuerza su apuesta por las Bolsas de la UE, “más baratas que EEUU, pero mantenemos las firmas estadounidenses del sector de tecnología de la información en neutral, ya que siguen estando bien respaldadas por un impulso superior de los beneficios”, explica.
Europa está más barata que EEUU pero los analistas están divididos sobre cuál es la mejor opción
En Bank of America esperan una importante corrección del 20% en el Stoxx 600 en la primera mitad del año, basada en “el debilitamiento de los datos económicos y las renovadas preocupaciones sobre la inflación”, para luego lograr una ligera recuperación hasta final del ejercicio. Mabrouk Chetouane y Nicolás Malagardis, estrategas de Natixis Investment Managers Solutions, se muestran eufóricos con Estados Unidos ante “alta probabilidad de que Estados Unidos aterrice suavemente gracias a la resistencia de la demanda interna; la expectativa de que los ingresos del sector tecnológico seguirán creciendo; y, por último, la creencia de que la próxima relajación de tipos, respaldando el crecimiento”. Y añaden: “en Europa no nos encontramos en la misma situación por la fragilidad de las perspectivas de crecimiento, que afecta a las expectativas de ingresos, y la falta de claridad en los frentes monetario y político”.
El miedo a los máximos aún no se refleja en las cotizaciones con unos mercados de acciones que siguen ufanos tocando nuevos techos. Pero las correcciones en Bolsa casi nunca vienen anunciadas. Selección y rotación de valores y Bolsas puede ser una buena estrategia para un año que se antoja complicado.
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